SAO PAULO

Soy una chica de asfalto. Me gustan las ciudades, cuanto más grandes mejor, porque busques lo que busques, lo encuentras: teatro, cine, conciertos, bares... Altos y bajos, pijos y poperos, feos y guapos, gentes de todas partes, jóvenes, viejos....hay de todo y para todos. El caos, los coches, las luces, el barullo, la gente, todo eso me hace sentir viva y con ganas de hacer cosas. En definitiva, soy una urbanita. O eso creía.

Nunca me había enfrentado a una megaciudad como ésta. Más de 12 millones de personas compartiendo las mismas calles, tiendas y autobuses, el mismo cielo gris, el mismo asfalto interminable, una realidad diferente a la de cualquier otro lugar. Si hiciera caso de mi (limitada) experiencia, me atrevería a afirmar que todas las grandes ciudades sudamericanas son horrorosas. Quizá sea porque aquí la improvisación que caracteriza la vida cotidiana ha construido ciudades simplemente acumulando edificios sin orden ni concierto, mazacotes grises de 40 pisos junto a pequeñas y desvencijadas casitas bajas y enfrente de favelas de madera, uralita y basuras; la palabra urbanismo carece de significado. O quizá sea porque aquí la pobreza es tan evidente que no puede esconderse, y se ve a la vuelta de cada esquina. O quizá porque hasta lo más rico es gris, cutre; mires donde mires, todo es ciudad, y el skyline parece el de una Nueva York de segunda. Supongo que Sao Paulo tiene problemas más acuciantes como para que sus habitantes reparen en la nube de contaminación que cubre sus cabezas, en el humo que tragan todos los días o en la cantidad de basura que inunda su pequeño río; río por decir algo, porque es más estrecho que el Pisuerga (que ya es decir), el agua apenas corre y despide un olor similar al de un vertedero.

Para intentar disminuir la polución (en la medida de lo posible, dada la cantidad de gente que vive aquí) el ayuntamiento ha tomado medidas como prohibir a los coches circular ciertos días, según su número de matrícula (por ejemplo si acaba en dos, no pueden salir ni martes ni jueves). Da igual. No es que haya atascos, es que la ciudad es toda ella un atasco; la duda es si tu taxi va a moverse cada tres minutos o si simplemente no va a avanzar. Lo bueno de los taxis es que no son excesivamente caros, se puede fumar dentro y en principio es la manera más rápida de llegar a los sitios; lo malo es que si vas en taxi en todas partes te acabas gastando una pasta, como se meta en un atasco la has cagado y como además el taxista te vea cara de guiri lo fácil es que te lleve a Cádiz pasando por Santander. Y del transporte público ni hablamos. En una ciudad tan enorme, no tienen planos ni listas con las líneas de autobús; y si tienes suerte y aciertas con el que quieres coger, es imposible calcular cuándo vas a llegar. Para ir al cine, he llegado a pasarme una hora y media en un autobús urbano, o sea, un Valladolid – Salamanca para ver una peli; y no es que tuviera mala suerte con el tráfico, es que es lo normal. ¡Y yo que me quejaba de las distancias en Madrid¡ Todo esto de pie, con unos frenazos que flipas y aplasturriada por más gente de la que debería caber en el bus en cuestión. El metro está algo mejor, aunque también hay que entrar a empujones porque si no no cabes y además tienes que estar bien atento y cerca de la puerta en tu parada, porque eso de que antes de entrar se deja salir aquí no se lo han enseñado. La otra opción de transporte, la de los ricos riquísimos, es el helicóptero (Sao Paulo es la segunda ciudad del mundo con más tráfico de helicópteros) y obviamente está fuera de mi alcance.

Otra consecuencia de las grandes distancias es que cuando sales de casa, no sabes cuándo vas a volver; enganchas un plan con otro y no vale eso de me voy a casa, me doy una ducha y vuelvo a salir, porque es materialmente imposible que te de tiempo. Así que me paso el día fuera de casa, ayer por ejemplo de 2 de la tarde a 2 de la mañana; yo pensaba que era por eso de que acabo de llegar y me apunto a un bombardeo, pero la gente que lleva un año viviendo aquí ya me ha dicho que no es una cosa temporal, que va a ser así siempre.

A pesar de todo, y aunque parezca increíble, Sao Paulo tiene su punto; un amigo lo llama “fuerza estética”, yo me conformo con haberle encontrado cierto encanto, y hasta me está empezando a gustar. Por ejemplo mi barrio me encanta, es muy agradable, con sus casitas bajas, sus tiendas de ultramarinos, restaurantes muy bien decorados, bares, casas de samba, mercados y muchas actividades culturales; cuando salgo de fiesta puedo volver andando a casa, y eso se agradece especialmente en un sitio como éste. La ciudad en general tiene una oferta de ocio muy amplia (gracias a Dios) y efectivamente, puedes encontrar cualquier cosa que busques.
Me imagino que con esta descripción habré disuadido a mis ya de por sí escasas potenciales visitas ;-P De todos modos supongo que con 11 meses por delante y casi toda la ciudad aún por descubrir, mi opinión al respecto cambiará y dejará de ser objetiva, porque durante un año Sao Paulo va a ser mi hogar y ya no me parecerá bonita o fea; estará asociada a mis recuerdos y la habré hecho mía. De momento me estoy adaptando sorprendentemente bien, y ahora ya empiezo a reconocer muchas calles (no os riáis, que no es tan fácil) y me voy orientando, y cada vez me siento más integrada en la ciudad. De todos modos, y ya puestos a cruzar el charco, recomendaría a quien quiera visitarme que nos veamos en Río ;-P que tiene mucho más que ver y es más agradable....aunque, por supuesto, si después de todo lo dicho alguien quiere conocer la cuarta ciudad más grande del mundo, en mi casa tiene un hueco.

Hay partida

Ando estos días vagabundeando de tu mano fría hasta el final del mundo.... y una vez más, en la vuelta más rápida, nos quedamos mirándonos como aves raras, y quedó todo claro por fin. Dan ganas de romper con todo. Y aunque en las primeras horas del día me caí con todo el equipo y me bastó un vistazo para ver la botella vacía, sigo buscando alguna conexión que me devuelva la electricidad, utilizando trucos fáciles en los días duros. Y aunque no sepa qué hacer con toda la ira que tengo guardada, atrapada como un recuerdo envenenado, es mejor un cielo acostumbrado a defraudar que 100 aviones despegando. He olvidado mi mejor momento, pero lo llevo dentro.

PRÉSTAMOS

Esto de los blogs engancha¡¡¡ Con mi apretada vida laboral, he estado leyendo muchos últimamente, sobre todo los de aquellos que como yo están lejos. Y cada uno de ellos me descubre un nuevo lugar, una nueva realidad, cada uno a su estilo: divertidos, irónicos, filosóficos....Así que me he tomado la licencia de seleccionar para vosotros aquellos post que me han conmovido, divertido, o hecho pensar, y que, por qué no decirlo, me hubiera gustado escribir a mí. Así que nada, inauguro una nueva sección de "intertextualización" (que diría AR) por supuesto con nombres y apellidos, por si alguno quiere reclamar los derechos de autor (o bien que vaya y hable con Ramoncín). En serio, si alguno de los autores se siente ofendido, que me lo haga saber....

Días de fútbol

Vaya ambientazo que había en Maracaná¡¡¡¡ Y ahí estamos, animando al Sao Paulo (mayormente porque si no nos pegaban) y tomando unas cervezuelas....En fin, fue lo que se dice un finde completito.

Cristinita en Ipanema

Jeje, la verdad es que no es mi mejor foto (la mala vida, el alcohol, la falta de sueño.....) pero no podía dejar de enseñarla: con un coco en Ipanema, ¿se puede ser más guiri? Pero se estaba de puta madre, así que....moríos de envidia ;-P

Becarios en el Corcovado

¿A qué está guay la foto? ;-P Ahí está la remesa de becarios 2007 en su segundo finde en Brasil; de izquierda a derecha:

Yo (sin comentarios ;-P )
Isra, el informático más elegante de todas las Oficinas ;-P
Ale, el perriflautero con más arte de Jerez
Alvarito, todo un señor con puta clase ;-P
Ferrán, becario tecnológico y un alicantino atípico (sin coche tuneao ni ná ;-P )
Eva, mi compi de piso y a este paso mi casi-siamesa
Jesús, el mejor cicerone de SP

Como podéis ver, Río es una pasada, y además hizo bueníiisimo....

PECULIARIDADES BRASILEIRAS

Para inaugurar mi blog, que por cierto espero que lea alguien ;-P he decidido plasmar en papel los pequeños detalles de la idiosincrasia brasileña que más me han sorprendido, sobre todo porque en breve me acostumbraré a todos ellos y los pasaré por alto...

Baños. Suena raro, pero tengo que empezar por aquí......Lo primero que llama la atención es que el papel higiénico es ultrafino en todas partes; el motivo es que parece ser que los váteres se atascan con facilidad y, para evitarlo, no sólo usan ese papel de broma; lo mejor es que, una vez que lo usas, NO puedes tirarlo al inodoro propiamente dicho, que sería lo suyo, sino que hay que echarlo en unas papeleras que están al lado del váter. Aquí hay gente que ya lo había visto en otros países, pero cuando me lo explicaron yo flipaba...¡¡menuda guarrada¡¡¡¡ ¿No? A mí por lo menos me parece totalmente antihigiénico, así que de momento paso de hacerlo.....el día menos pensado se me atascará el baño, pero hasta ese momento yo pretendo mantener la sana costumbre española de echar el papel al váter. Ah¡¡¡ Y otra cosa, en Río casi todos los baños, o sea váteres, tienen la taza....acolchada¡¡¡¡¡ No sé muy bien con qué fin, pero sinceramente prefiero no averiguarlo....

Tamaños. Lo que todos estáis pensando no he tenido ocasión de comprobarlo, pero espero que no se asemeje al resto de cosas que hay por aquí....lo primero que nos resultó sospechoso fue que al ir a comprar gel, todos los botes eran tamaño mini (250 ml el más grande) y que las estanterías del supermercado dedicadas a los geles eran sensiblemente menos y más pequeñas que las de productos para el pelo, por ejemplo. Yo me preguntaba, ¿será que son unos guarros que sólo se duchan una vez a la semana? Pero los champús son de tamaño normal.....no me cuadraba mucho la cosa hasta que me explicaron que no sólo sí que se duchan cada día, sino que además se duchan una media de tres veces al día (no sé pá qué tanto), así que me parece que encima los guarros somos nosotros¡¡¡¡ el tema es que en lugar de gel usan pastillas de jabón .....Una vez solucionado el enigma del gel, nos dimos cuenta de que también otras cosas, como los productos de limpieza o los yogures, sólo tienen botes tamaño mini¡¡¡ Cuando le encuentre explicación.....os lo haré saber.

Vida laboral. Es en plan me ‘tas estresaaaaando...En España, si te fijas en una obra, por ejemplo una de las miles que hay en Madrid, ves a por lo menos un obrero trabajando, aunque los demás se estén echando el cigarrito o simplemente mirando al que trabaja. Aquí no. Aquí se ponen 6 o 7 en corro y se miran unos a otros, y de vez en cuando uno da un martillazo mientras los demás siguen mirando. Ése es el trabajo a la brasileira. Y lo de los bares es aún mejor....Para entrar pagas en una taquilla y ahí te dan una entrada que te recoge un tío que está exactamente a medio metro de la taquilla; ¿no sería más fácil pagar y entrar directamente? Y para pedirte una copa en la barra funciona igual, en una barra te venden el ticket y en la de al lado se lo das y te dan la copa....así crean un empleo más¡¡¡¡ En fin, ineficiencia total.....y de la burocracia mejor ni hablamos....

Taxis. En estos días he tenido que coger una ingente cantidad de taxis porque en Sao Paulo muchas veces no hay otra manera de llegar a los sitios....el caso es que sólo uno o dos taxistas llevaban la radio puesta; pensaréis que menuda chorrada, pero en España siempre están ahí con El Fary a todo trapo, y aquí, con la de atascos que hay y lo que se tienen que aburrir, ná de ná. En cambio, en el metro (en algunas líneas) tienen hilo musical con música clásica¡¡¡ Digo yo que será por desestresar....

Estética. Son bastante horterillas, tanto ellas como ellos, pero se cuidan bastante; no he visto a una sola tía sin manicura¡¡¡¡ Y el estilo en cuanto al pelo tampoco mejora mucho, parece que los peluqueros no saben hacer capas ni flequillos y las tías suelen llevar el pelo largo y muy liso (natural o artificialmente), rollo "virgen de pueblo", como dice una amiga de por aquí ;-P Y eso sí, ni una con el pelo corto; mi compi de piso, que lo lleva corto, va a triunfar un montón¡¡¡

Mitos. Después de un exhaustivo a la par que breve estudio de campo, he llegado a las siguientes conclusiones, sacadas sin ánimo de generalizar y que quizá tenga que modificar en el transcurso del año, pero de momento ahí van, para que nadie se haga falsas ilusiones.....Las brasileñas están todas buenorras: FALSO. Haberlas hailas, claro, sobre todo en Río; y las que lo están, están muy buenas, pero la media general de lo que se ve por la calle es, en mi modesta opinión de chica (aunque tengo amigos que corroboran mis impresiones), bastante peor que la de España. Lo que sí es fácil es ligar, suele haber muchas más tías que tíos en los bares y ellas requieren una inversión de tiempo de unos....5 minutos. Por lo menos (por lo que he visto) dan mucha coba enseguida (no como en España), aunque no sé hasta qué punto son sólo unas calienta....Lo que está claro es que Brasil es un país para tíos...;-(
Brasil está lleno de mulatos buenorros: FALSO también. He visto uno en 20 días, un mal porcentaje, la verdad. Incluso en Río, donde están muy cachas, son bastante feos. Pero muy prácticos, porque la secuencia es la siguiente: ¿Bailas? Sí. A los dos minutos: ¿tienes enamourado? Sí (si lo único que quieres son clases gratuitas de baile, suele colar, aunque también los hay pesados como en todas partes). ¿Eres fiel? Sí. Y entonces es cuando (si no son del tipo plasta) directamente te dicen adiós y se piran a por otra. Directo, rápido y práctico. Y la verdad es que se liga bastante, pero como la inmensa mayoría son feos, a efectos prácticos es como no ligar.....Los bikinis brasileiros son prácticamente inexistentes: VERDADERO. Lo de abajo es tanga (lo cual no implica un culo estupendo, aunque muchas lo tengan) y lo de arriba es una fina tira que cubre únicamente lo imprescindible; y luego el topless está prohibido por ley¡¡¡¡

De momento esto es todo, amigos, aunque supongo que iré ampliando esta sección.....besotes¡¡¡¡