JUGADORA DE CHICA.........

Estos días han sido tranquilos y, probablemente por eso, raros. Variaditos y abstemios. El fin de semana Sao Paulo se quedó casi desierto de expatriados y los que nos quedamos nos lo montamos lo mejor que pudimos.....yo había planeado un finde de reclusión y meditación y al final no lo fue tanto......
El viernes visitamos el bar de hielo donde todo, hasta los vasos, eran de hielo (como habréis podido imaginar) y había que entrar con un plumas y botas de nieve. En Brasil, qué paradoja......Curioso, sin más. El sábado hice mis deberes de ama de casa comprando en el mercado, que me encanta con su ambientillo cálido de barrio, sus tenderos amables y sus mercancías curiosas. Después, obligada a exiliarme de mi propia casa huyendo de la concentración mensual de frikis astrólogos, me fui con Silvia (&family) y Milena a un rancho en los alrededores de Sao Paulo.

Es alucinante ver cómo no es tan difícil salir de la gran ciudad y de repente encontrarte en el campo rodeada de caipiras (que sería más o menos pueblerinos), nada que ver con Sao Paulo. Comida caipira en el rancho, que bien podía haber estado en Texas, y paseíto a caballo. ¡Y yo que creía que galopar como en las pelis era fácil¡ ¡Y eso que me dieron el caballo de los niños¡ Pero me encantó, muchas risas, vídeos censurados, y otra casi-pérdida (yo pensaba que esta vez definitiva) de mi cámara de fotos, que tiene muchas más vidas que siete........


El domingo cumplí, con cierto retraso, mi propósito de visitar la fiesta italiana de Bras. Después de relajarme toda la mañana en la cocina (tengo reservas para un regimiento), fui hasta allí con Marty. Un sitio kitsch y peculiar donde los haya. Como las fiestas de mi pueblo, con sus barracas de feria (modernidad años 50), sus churros y sus puestitos. Mucha comida italiana, tarantellas y Eros Ramazotti, el mayor showman de la música italiana en Brasil (literal) y bailarinas pseudo-italianas. Todo muy pseudo-italiano, en realidad, y más divertido por los comentarios de Marty. También fue interesante la observación antropológica de los habitantes de un barrio obrero, tan distinto de lo que vemos en nuestro día a día. Aunque fuese sólo una pequeña pincelada, amplió la imagen que tenía de la ciudad y descubrí, por ejemplo, que está llena de bolivianos, algo que no había observado antes........
Y ayer, festivo brasileño ("Día de la Conciencia Negra"), volvimos a hacer una comida dominguera en casa de Eugenio, que nos cuida como nadie. Esta vez, a falta de Eurocopa, la excusa fue un concurso gastronómico en el que sólo hubo vencedores, a pesar de que los vinitos y la buena conversación nos distrajesen un poco de los fogones y se nos tostase la comida un poquito más de la cuenta.....

Después, café, copa y puro, y, por fin.............MUS¡¡¡¡¡ Una perfecta sobremesa de domingo (sólo que era miércoles) que duró hasta las tantas. Nos reímos mucho y perdimos por muy poquito. ¡Esa revancha no la voy a perdonar¡ Aunque me temo que soy perdedora de mus......... ;-)