El viernes, otro churrasco antológico (y no por la carne, precisamente) en casa de Enrique, con la excusa de despedir a Isra; resulta raro, pero se va ya hoy. Ha tenido una despedida gitana que a él no parece importarle mucho. Y los demás empezamos a despedirnos desde hoy. El gallego encendiendo el fuego, Marty en los mandos de la barbacoa (un clásico), Enrique y Lana ejerciendo de anfitriones, guitarreo y cánticos y fin de fiesta disperso....Lo de siempre, igual de divertido que siempre, eso sí.
Sábado de resaca, Jazz nos fundos (garitazo que parece semiclandestino, por estar dentro de un garaje) y cena de Restaurant Week (restaurantes caros que durante un par de semanas ofrecen menús a precios asequibles). Tocó "Le Petit Trou", un francés que me sorprendió por ser bastante bueno. Y lo mejor, ¡ya ha vuelto Sergio¡ Supongo que él no se alegrará tanto después de las súpervacaciones en España, pero por aquí se le ha echado mucho de menos ; yo me he dado cuenta sobre todo ahora que ha vuelto, siempre lleno de planes, de energía y de buen humor. Una suerte que vuelva a estar por aquí........y espero que Bego no tarde mucho¡¡¡¡
Para rematar el finde, el domingo tocó Embú das Artes, un pueblito cerca de Sao Paulo donde los fines de semana montan un mercadillo de artesanía. Ahí os dejo las fotos,
Sábado de resaca, Jazz nos fundos (garitazo que parece semiclandestino, por estar dentro de un garaje) y cena de Restaurant Week (restaurantes caros que durante un par de semanas ofrecen menús a precios asequibles). Tocó "Le Petit Trou", un francés que me sorprendió por ser bastante bueno. Y lo mejor, ¡ya ha vuelto Sergio¡ Supongo que él no se alegrará tanto después de las súpervacaciones en España, pero por aquí se le ha echado mucho de menos ; yo me he dado cuenta sobre todo ahora que ha vuelto, siempre lleno de planes, de energía y de buen humor. Una suerte que vuelva a estar por aquí........y espero que Bego no tarde mucho¡¡¡¡
Para rematar el finde, el domingo tocó Embú das Artes, un pueblito cerca de Sao Paulo donde los fines de semana montan un mercadillo de artesanía. Ahí os dejo las fotos,
el mercadillo en sí no me pareció demasiado diferente de los otros miles de mercadillos de Sao Paulo. Lo mejor era el ambiente del pueblo, un pequeño núcleo colonial de origen jesuítico con un mini casco antiguo mínimamente cuidado (todo un lujo en estas tierras), tranquilo, agradable, sin tráfico. Un pequeño respiro, y una cosita menos en mi lista de las "cosas por hacer", que probablemente no consiga tachar entera.
Un mes, dos semanas de visita familiar, y casi se acabó. A vivir que son dos días (y la mitad son noches)
Un mes, dos semanas de visita familiar, y casi se acabó. A vivir que son dos días (y la mitad son noches)